Castilla-La
Mancha: precisiones
Ya que esta semana hemos celebrado
el día de Castilla-La Mancha, no está de más hacer algunas precisiones y
aclarar alguna cosilla sobre nuestra región. Aunque lo que voy a decir se
supone que debería ser conocido sin dudas por todos los castellanomanchegos, no
estoy del todo seguro de que así sea; y, por lo demás, esta colaboración tiene
lectores de otras comunidades y otros países, que seguramente agradezcan saber
algo más de nuestra comunidad. Para empezar, conviene fijarse bien en cómo se
escribe el nombre, Castilla-La Mancha, con guion, que tiene su sentido, y todos
sus términos con mayúscula inicial. Así que no Castilla La Mancha, ni Castilla
la Mancha, ni Castilla-la Mancha, ni Castilla de la Mancha, ni Castilla y La
Mancha (la conjunción sí es preceptiva, por contraste, en Castilla y León,
enfatizando así que se trata de una unión de dos entidades y antiguos reinos,
lo que no sucede en nuestra Comunidad). Con la actual configuración de las
provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo, nuestra
región es relativamente joven, ya que nació como entre preautonómico el 31 de
octubre de 1978, y como comunidad autónoma, con la aprobación de su Estatuto el
10 de agosto de 1982, así que este año conmemoramos los cuarenta años de
Comunidad, como ya he recordado en alguna columna anterior. Pero el día de
Castilla-La Mancha se celebra el 31 de mayo por un evento ligeramente
posterior, como es la constitución de las primeras Cortes elegidas directamente
por la población de la Comunidad por sufragio universal, lo que tuvo lugar en
la iglesia de San Pedro Mártir en ese día del año 1983 (así que acabamos de
celebrar 39 años de aquella constitución).
En cuanto al nombre, como tal era la
primera vez que se utilizaba, y se eligió para distinguir la nueva comunidad de
la tradicional región de Castilla la Nueva, con la que coincide parcialmente,
pero no del todo (porque en Castilla la Nueva estaba Madrid, y sin embargo faltaba
Albacete). Pero este nombre compuesto finalmente elegido tiene la peculiaridad
de que no coincide con Castilla, que es un territorio más amplio, ni tampoco
con La Mancha, que es una tradicional comarca natural, y también fue hace
siglos una provincia, aunque en ambas condiciones sus límites son más reducidos
que los de nuestra actual región. Así que a los habitantes de Castilla-La
Mancha se nos debe denominar castellanomanchegos (o castellano-manchegos, como
todavía dice el Estatuto), mejor que castellanos, que sería más impreciso y
ambiguo, pues ese calificativo lo compartimos con parte de los que habitan en
Castilla y León; y tampoco a todos se nos debe decir manchegos, como se dice
con frecuencia, pues eso no es aplicable, entre otros, a los habitantes de la
provincia de Guadalajara, ni a amplias zonas de las de Toledo y Cuenca.
(Fuente de las imagenes: https://es.wikipedia.org/wiki/Castilla-La_Mancha y https://es.vikidia.org/wiki/La_Mancha#/media/File:LocationLa_Mancha.png )
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