De
vacunas y vacaciones
Después de un proceso de inicio
lento, no pocas veces titubeante e improvisado, no exento tampoco de dudas,
decisiones cuestionables y diferencias no muy justificadas, parece que el fin
el proceso de vacunación contra el coronavirus ha alcanzado cierta “velocidad
de crucero” que acaso permita cumplir el objetivo de alcanzar la ansiada
“inmunidad de grupo” antes del fin del verano. Así que vacunas y vacaciones no
solo van a coincidir en la raíz, sino en alguna medida en el tiempo. Pero antes
y durante ese período vacacional habrá que resolver todavía algunas cuestiones
más o menos dudosas o controvertidas. Así, en el momento de escribir estas
líneas todavía no se ha apagado el debate sobre si debía vacunarse a los
jugadores de la selección española de fútbol. Un debate que, con independencia
de que permita encontrar argumentos a favor y en contra, debería haberse
resuelto mucho antes, pues a estas alturas ya hemos “perdido” para la Eurocopa
a algunos jugadores claves, y si nos descuidamos un poco vamos a poner a jugar
a los que puedan mientras tienen el riesgo de experimentar las posibles
reacciones o efectos secundarios de la vacuna. Dicho esto, a mí no me parece
nada escandaloso que, atendidas las circunstancias, se les hubiera dado
prioridad, o al menos darles la posibilidad de vacunarse a su coste, pero
claro, parece que esto no es muy concebible en nuestro país.
Se plantea también estos días otra
cuestión de interés que, se resuelva de uno u otro modo, convendría también
resolver ya, para evitar luego dudas o problemas de gestión. Se trata de si a
las personas que estén de vacaciones cuando les corresponda ser vacunados, les
podrían poner la vacuna (o la dosis que les toque) en el lugar en el que estén
pasando esos días de asueto y descanso. Algunos se han apresurado a poner el
grito en el cielo, o incluso a llamar egoístas a quienes pretenden tal cosa o
sugieren la idea. Según este posicionamiento, la salud estaría antes que el
ocio vacacional, y no hay más cuestión. Francamente, no puedo estar de acuerdo
con esta visión. La vacuna no es obligatoria, pero además no solo está al
servicio de la salud individual del vacunado, sino de lo que podemos llamar
salud pública. Pero me temo que en los últimos tiempos nos hemos acostumbrado a
que cambiar de Comunidad Autónoma pueda tener más efectos que salir al
extranjero. Siempre he defendido el modelo autonómico, y donde este puede y
debe demostrar sus ventajas, su eficacia y su mayor cercanía es en la
educación, en la justicia y, desde luego, en la salud. Pero eso requiere
gestión y coordinación. Los españoles tienen los mismos derechos y obligaciones
en cualquier parte del territorio español, y creo yo que somos un Estado lo
suficientemente avanzado como para coordinar un proceso de este tipo, llevando
más dosis aquel lugar en el que hagan más falta en período vacacional.
Veremos…
(Fuente de la imagen: https://www.ocu.org/salud/medicamentos/noticias/vacunas-vacaciones )
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