El libro de los TTV

TTV, como todo toledano sabe, son
las siglas de “toledano de toda la vida”. Esta expresión es muy coloquial en la
ciudad. Algunos la usan para “poner en valor” a las personas que viven aquí “desde
siempre”, o incluso pueden acreditar varias generaciones de “toledanismo”;
otros, en cambio, le dan un cierto tinte peyorativo para ridiculizar a quienes
dan trascendencia a ese aspecto tan baladí, o pretenden hacer de menos a los
que podríamos llamar “toledanos nuevos”. Incluso hay algunos “puristas” que
parecen reducir el “certificado de autenticidad” al casco histórico. Yo, que no
puedo dejar de sentirme orgulloso de haber nacido en Toledo, reconozco que esta
circunstancia no implica mérito alguno. Es pura suerte. Y conozco a personas
que han hecho mucho por la ciudad sin ni siquiera vivir aquí nunca, o
habiéndolo hecho poco tiempo. Otros, pasaron tal vez aquí un breve período de
semanas, y quedaron enamorados para siempre de Toledo. Ya se sabe que, en esto
de los amores, algunos tienen un origen tan remoto que ya no se sabe cómo ni
cuándo nacieron, mientras que otros son fruto de un “flechazo” que hace a la
persona caer rendida, acaso ya para siempre, ante el objeto de esos
sentimientos.
Todo
esto viene a cuento porque la referida expresión “toledano de toda la vida”,
siendo muy conocida, hasta ahora no había salido demasiado del ámbito de las
conversaciones particulares (eso sí, incluyendo desde luego las redes
sociales). Por eso me llamó la atención ver un libro que lleva por título “Yo
también soy TTV”, y por subtítulo “El libro de los Toledanos de Toda la Vida”, de
la autoría de J. Andrés López-Covarrubias. Confieso que mi primera impresión,
basada únicamente en el título, fue que acaso el libro podría ser un tanto
frívolo o superficial. Pero tras hojear (y ojear) un poco sus páginas, pronto
me di cuenta de que iba a ser, cuando menos, curioso e interesante. Así que lo
compré, y no me ha decepcionado. Hay en el texto anécdotas, curiosidades y
reflexiones sobre los toledanos, nuestras costumbres y nuestra forma de ser. Se
abordan los más variados aspectos de nuestra ciudad y nuestra vida común, desde
nuestro carácter a los dichos típicos de la ciudad, desde los colegios y la
Universidad, a las romerías, el comercio, el deporte o los bares de tapas, sin
dejar de lado la Iglesia y el Ejército como pilares que, se quiera o no, han
tenido siempre significativa presencia en nuestra ciudad. Es, de algún modo,
una radiografía completa de nuestra sociedad, centrada en las últimas décadas
(aquello que las personas de mi generación, o mayores, podríamos identificar
como “nuestra vida”) pero con no pocas referencias a orígenes y fundamentos
históricos. Se reflexiona así, por ejemplo, sobre cuestiones que pocas veces
encontramos en la literatura, como la fama de apáticos y fríos que tenemos los
toledanos con los foráneos. Otras veces se da información, no siempre
fácilmente accesible, sobre cuestiones curiosas nunca científicamente
contrastadas, pero que admiten diversas teorías, como el origen de la palabra
“bolo” con el sentido que le damos en Toledo. En fin, también quiero destacar
muy especialmente las abundantes ilustraciones fotográficas de este libro, que
constituyen un precioso repaso por el Toledo de hace décadas, mostrando lugares
y escenas que, en muchos casos, están absolutamente vivos entre mis recuerdos
de infancia, pero que ya no podríamos visualizar si no fuera por esa “magia”
que solo la fotografía puede ofrecernos,
otorgando la inmortalidad a fugaces instantes. No se pierdan este libro.
(Fuente de la imagen: portada del libro tomada de http://www.grupocovarrubias.es/Yo-Tambien-soy-TTV.php)
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