miércoles, 4 de marzo de 2015

Ex Machina

Ex_Machina


La temática de la inteligencia artificial es relativamente novedosa. Pero el cine ya lleva ya décadas dedicándose a ella, ya que el exitoso género de la ciencia-ficción permite especular sobre el futuro desarrollo de lo que desde hace cierto tiempo se intuye que puede ser una revolución científica de consecuencias aún impredecibles. Y así, máquinas y robots inteligentes son protagonistas hace tiempo, poniendo sobre el tapete la cuestión de sus semejanzas y diferencias con los humanos. Ya la novela orwelliana “1984”, publicada en 1949, tuvo una versión cinematográfica en el año de su título; pero dos años antes, fue probablemente Blade runner, a mi juicio una auténtica obra maestra, la película que introduce la cuestión de las posibles consecuencias de unión de la Robótica y la Biotecnología, sin dejar de lado las reminiscencias teológicas de la cuestión (las implicaciones filosóficas y jurídicas de esta película son tales que han justificado un análisis de Javier de Lucas en el libro homónimo publicado en 2003 por la editorial tirant lo blanch). Ello pone de relieve que los límites o perfiles de la condición humana son mucho más difusos de lo que puede parecer a primera vista (lo que también destaca, en otro ámbito, la serie y las películas de “Star Trek”, objeto de un magistral análisis por Robert Alexy y Alfonso García Figueroa en la misma colección). “Matrix” y sus secuelas son dignas de mención en esta misma línea de reflexión (puede verse el libro de Íñigo de Miguel sobre el tema, también en tirant lo banch), siendo menos profundas (pero decididamente entretenidas) la películas de la serie “Terminator”, y totalmente prescindible, por el salto que se da de la ciencia-ficción a la pura fantasía, la “Inteligencia Artificial” de Spielberg. El antecedente más próximo es quizá “Her”, que ya mereció mi comentario y me pareció muy interesante al introducir la cuestión de si la máquina es capaz de amar al ser humano, y a la inversa.
           

Con todos estos antecedentes, las posibilidades de innovación de una película como “Ex_Machina” parecían escasas. Pero a mi juicio, sin negar la relación con algunas de las películas mencionadas, tiene su propio perfil y realiza una aportación autónoma y diferente. Por ejemplo, como “Blade runner” reflexiona sobre la criatura que se rebela frente al creador; como “Matrix” y otras de las mencionadas, apunta el riesgo de que las máquinas se hagan con el control (derivado probablemente de la soberbia del propio ser humano); como “Her”, plantea la posible atracción entre hombre y máquina-mujer. Pero en realidad, en “Ex_Machina” el centro de atención está en la atracción física entre el ser humano y la máquina. La película nos muestra a una robot-mujer que es visiblemente robot (el espectador no puede olvidar eso porque no deja de mostrarse) pero resulta física y personalmente atractiva. Nos muestra así una atracción íntegra, y por ello también sexual. Ese deseo y esa atracción son parte de la identidad y de la propia definición humana, algo que tal vez una máquina inteligente no es capaz de sentir, pero sí de conocer y utilizar. Todo ello planteado con una sutileza y elegancia que resultan preciosas. Un buen guión y un gran trabajo de los tres actores protagonistas hacen el resto para que la película resulte realmente muy interesante.     

(imagen tomada de http://www.jotdown.es/2015/03/ex_machina-de-dioses-gruas-y-pendejas/)

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