Es
por esto, hijos

Hijos míos, sé que ya tenéis edad
para entender que, como el padre del anuncio, cuando os explicaba por qué somos
del Atleti me tocaba a veces pasar por no pocas dificultades. Era obvio que nuestro
equipo no es habitualmente el que más goles marca, ni el que más gana, ni el
que más títulos obtiene, así que había que recurrir a otros logros, y así,
durante tantos años de sequía había que recordar aquella Recopa de Europa (título además nunca conseguido por nuestro
eterno rival) obtenida antes de que yo naciera, finales épicas que más de una
vez no nos sirvieron para alcanzar el título, victorias singulares en campos
muy difíciles, o el famoso doblete. Por suerte, en los últimos años han vuelto
a llegar los títulos y los partidos memorables como aquella Supercopa contra el
Chelsea, y todo parecía un poco más fácil. Pero de todos modos sé que, durante
muchos años, demasiados lunes os ha tocado aguantar el cachondeíto y las “pullas”,
quizá sin estar demasiado seguros de la necesidad de soportar esas burlas con
lo fácil que sería cambiarse de equipo. Y sé que eso os volverá a tocar más de
una vez.

Hijos, no somos del Atleti por eso. Somos
del Atleti porque, a pesar de no estar acostumbrados al éxito y a los títulos,
sabemos que podemos alcanzarlos. Porque somos conscientes de que es mucho mayor
la alegría por un premio infrecuente y conseguido con mucho esfuerzo, que por
una recompensa cotidiana y prácticamente gratuita, cuya obtención se tiende a
considerar como una consecuencia natural de un estado casi inmutable de las
cosas. Porque siendo del Atleti comprendemos mejor el valor de los sueños, pero
sabemos también que existe una posibilidad real de logar que esos sueños se
hagan realidad. En la vida, hijos míos, no hay nada importante que se consiga
de manera fácil, pero no hay tampoco nada inalcanzable si os lo proponéis con
firmeza y perseveráis en su consecución. Somos del Atleti porque yo no quiero
que vuestros modelos sean quienes creen poder lograr todo sin apenas esfuerzo, ni
que penséis que en la vida todo se consigue con el dinero suficiente. Prefiero
que os deis cuenta de que es más importante el esfuerzo, el trabajo en equipo y
la constancia que el dinero, e incluso que el talento. Y que cuando os marquéis
un objetivo (“ganar, ganar y ganar”), seáis perseverantes y lo busquéis día a
día (“partido a partido”), sin perder de vista lo que queréis lograr, pero sin ir
cada día más allá de ese pequeño gran esfuerzo del momento. Y así podréis sentiros
enormemente satisfechos de algunos de esos logros parciales. Escribo sin saber
si este año el Atleti conseguirá dos títulos, uno o ninguno, pero estoy seguro
de que sus resultados y trayectoria constituyen un buen ejemplo, y de que en
ese “partido a partido” se han alcanzado ya logros quizá impensables al
principio. La suerte estará ahora más o menos de cara, pero ya se ha demostrado
que con menos presupuesto y más esfuerzo y trabajo de equipo se puede alcanzar
el mismo nivel. Y por esto somos del Atleti. O, tal vez, lo llevamos en los
genes…
No hay comentarios:
Publicar un comentario