De
genios locos y…
Siendo la condición de genio algo
extraordinario y excepcional, que de muy pocas personas puede predicarse, aun
así cabe hacer una tipología de los genios. Hay genios “a secas”. Pero hay también,
sin duda, “genios locos”, que son personas en las que la genialidad viene
acompañada de un cierto carácter excéntrico o antisocial, o de comportamientos
inusuales para los estándares más acostumbrados. La mayoría de los genios locos
no están, ni mucho menos, realmente locos, pero acaso su concentración en los
temas que les interesan, y su despiste o desinterés total en otros, les hace
aparecer como algo próximo. Ha habido muchos genios locos, aunque quizá
Einstein suele presentarse, con mayor o menor acierto, como icono de esta
categoría. Pero hay, todavía, otro tipo, que es el de los “putos genios locos”.
Aquí, además de la genialidad y la rareza, encontramos un carácter difícilmente
soportable por los que les rodean, tal vez por su exigencia o porque nadie les
importa en realidad, más allá de sus creaciones y objetivos. Comprenderán los
lectores que, aunque nunca uso palabras malsonantes, en este caso esa condición
merece el adjetivo preciso. En esta categoría cabe ubicar también a más de uno,
aunque seguramente Pablo Picasso puede ser uno de los ejemplos que vienen
enseguida a la mente. Por supuesto, hay también personas que son solo “putos” o
solo locos, o incluso putos locos, pero estos no tienen ningún interés. En todo
caso, a veces la triple condición no se deriva necesariamente de un carácter o
forma de ser, sino de una obra que, convenientemente analizada, solo puede
proceder de un puto genio loco (de hecho, la expresión se me ocurrió después de
ver “Django desencadenado”, y se la apliqué de inmediato, por esta película y
por otras como “Pulp Fiction” o “Abierto hasta el amanecer”, a Quentin
Tarantino, a pesar de no conocer mucho de su forma de ser…)
Pero
el puto genio loco al que ahora me quiero referir es Steve Jobs. Ya escribí un
“miradero” sobre este personaje, sin duda fascinante y cuya obra ha cambiado
nuestras vidas, cuando falleció. Su genialidad está fuera de toda duda, y de
hecho se diría que todavía Apple “vive de las rentas” de sus grandes ideas,
algunas de las cuales sin embargo ha ido traicionando. Además su carácter un
poco loco se aprecia en su biografía, especialmente en su juventud. Pero
también parece que Jobs pasará a la Historia por sus excentricidades y pésimas
maneras con sus colaboradores, a los que en ocasiones maltrataba sin remilgo
alguno. Era muy exigente y extremo y solo sabía calificar las ideas y
propuestas de los demás como “maravillosas” o “una mierda”. Pero sabía lo que
quería y supo transformar algunas de esas ideas (muchas veces ajenas) y algunas
de sus obsesiones en productos excelentes, preciosos y revolucionariamente
innovadores. Por eso tiene razón Bill Gates cuando insinúa que es penoso que
muchos le quieren imitar quedándose con su “lado cabrón”, cuando carecen de su
genialidad. Aunque es muy recomendable la lectura de la biografía escrita por
Walter Isaacson, también me parece muy bien hecha la película de Danny Boyle
que ahora está en las carteleras, porque con una técnica muy original logra
reconstruir, a partir de tres momentos concretos previos a algunas de sus
famosas presentaciones, esa personalidad tan compleja, excelente en su
genialidad, totalmente insoportable y para nada modélica en su trato a los
demás.
(Fuente de la imagen: http://www.soydemac.com/conoce-el-reparto-de-la-pelicula-de-universal-de-steve-jobs/)
No hay comentarios:
Publicar un comentario