martes, 19 de enero de 2016

De genios locos y...

De genios locos y…


      
      Siendo la condición de genio algo extraordinario y excepcional, que de muy pocas personas puede predicarse, aun así cabe hacer una tipología de los genios. Hay genios “a secas”. Pero hay también, sin duda, “genios locos”, que son personas en las que la genialidad viene acompañada de un cierto carácter excéntrico o antisocial, o de comportamientos inusuales para los estándares más acostumbrados. La mayoría de los genios locos no están, ni mucho menos, realmente locos, pero acaso su concentración en los temas que les interesan, y su despiste o desinterés total en otros, les hace aparecer como algo próximo. Ha habido muchos genios locos, aunque quizá Einstein suele presentarse, con mayor o menor acierto, como icono de esta categoría. Pero hay, todavía, otro tipo, que es el de los “putos genios locos”. Aquí, además de la genialidad y la rareza, encontramos un carácter difícilmente soportable por los que les rodean, tal vez por su exigencia o porque nadie les importa en realidad, más allá de sus creaciones y objetivos. Comprenderán los lectores que, aunque nunca uso palabras malsonantes, en este caso esa condición merece el adjetivo preciso. En esta categoría cabe ubicar también a más de uno, aunque seguramente Pablo Picasso puede ser uno de los ejemplos que vienen enseguida a la mente. Por supuesto, hay también personas que son solo “putos” o solo locos, o incluso putos locos, pero estos no tienen ningún interés. En todo caso, a veces la triple condición no se deriva necesariamente de un carácter o forma de ser, sino de una obra que, convenientemente analizada, solo puede proceder de un puto genio loco (de hecho, la expresión se me ocurrió después de ver “Django desencadenado”, y se la apliqué de inmediato, por esta película y por otras como “Pulp Fiction” o “Abierto hasta el amanecer”, a Quentin Tarantino, a pesar de no conocer mucho de su forma de ser…)


Pero el puto genio loco al que ahora me quiero referir es Steve Jobs. Ya escribí un “miradero” sobre este personaje, sin duda fascinante y cuya obra ha cambiado nuestras vidas, cuando falleció. Su genialidad está fuera de toda duda, y de hecho se diría que todavía Apple “vive de las rentas” de sus grandes ideas, algunas de las cuales sin embargo ha ido traicionando. Además su carácter un poco loco se aprecia en su biografía, especialmente en su juventud. Pero también parece que Jobs pasará a la Historia por sus excentricidades y pésimas maneras con sus colaboradores, a los que en ocasiones maltrataba sin remilgo alguno. Era muy exigente y extremo y solo sabía calificar las ideas y propuestas de los demás como “maravillosas” o “una mierda”. Pero sabía lo que quería y supo transformar algunas de esas ideas (muchas veces ajenas) y algunas de sus obsesiones en productos excelentes, preciosos y revolucionariamente innovadores. Por eso tiene razón Bill Gates cuando insinúa que es penoso que muchos le quieren imitar quedándose con su “lado cabrón”, cuando carecen de su genialidad. Aunque es muy recomendable la lectura de la biografía escrita por Walter Isaacson, también me parece muy bien hecha la película de Danny Boyle que ahora está en las carteleras, porque con una técnica muy original logra reconstruir, a partir de tres momentos concretos previos a algunas de sus famosas presentaciones, esa personalidad tan compleja, excelente en su genialidad, totalmente insoportable y para nada modélica en su trato a los demás.     

(Fuente de la imagen: http://www.soydemac.com/conoce-el-reparto-de-la-pelicula-de-universal-de-steve-jobs/)

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