Cataluña
1714-2014
La Facultad de Ciencias Jurídicas y
Sociales de Toledo ha ofrecido esta semana unas Jornadas con el título Cataluña 1714-2014. Trescientos años en
clave jurídica. Creo sinceramente que, aunque yo figure como codirector de
las mismas, no peco de inmodestia si elogio la iniciativa, por la sencilla
razón de que la misma no ha sido mía, sino de la asociación estudiantil APEU, y
yo más bien me he limitado a atender su invitación para participar, y sugerirles
a alguno de los ponentes. En realidad, el primer mérito de estas Jornadas es
que han sido organizadas por y para estudiantes. Ellos han elegido los temas,
comunicado con los ponentes, y gestionado por completo la organización. El
segundo acierto ha sido, en mi modesta opinión, la visión abierta y plural con
la que se ha configurado el programa, tanto desde la perspectiva metodológica
como desde el punto de vista de la elección de los ponentes. En lo metodológico,
como su título sugiere, las Jornadas han querido colocar el análisis jurídico
en el centro, y ello es tanto como decir que esta peliaguda temática se analiza
desde la objetividad y la razón. Pero, con esa premisa, no se han cerrado al
estudio de la realidad desde otras disciplinas, y así la Historia (y en
especial la Historia del Derecho) ha tenido un importante protagonismo, y desde
luego también se han considerado las perspectivas política, económica y
financiera. En cuanto a la pluralidad de ponentes, hay que decir que, si bien
los estudiantes de APEU han querido que todos los participantes sean profesores
universitarios para asegurar un perfil académico en este foro, muchos de ellos
a su vez han desempeñado o desempeñan importantes cargos institucionales,
particularmente en Cataluña. En cualquier caso, la pluralidad de opiniones ha
estado presente en todo momento, como puede constatar quien conozca un poco el
medio con la mera revisión del programa, que se sitúa así en la antítesis de
aquel que hace meses se organizó en Cataluña con el título “España contra
Cataluña”, en el cual el sectarismo era acaso la más destacada característica.
Desde luego, con tanta variedad de
opiniones es difícil sacar conclusiones. Y sin embargo, uno tiene la sensación
de que es más fácil vislumbrar un cierto entendimiento en un foro de este tipo
que en la política. Yo no me atrevería a intentar sintetizar lo allí dicho,
pero sí me apetece destacar algunas de las ideas escuchadas expresamente o
presentes de forma más implícita, como que no hay que cerrar los ojos a la
realidad política, pero no puede estar la Política por encima del Derecho,
porque este representa a la razón y ofrece los únicos procedimientos legítimos
para la obtención de cualquier objetivo político. Simplemente, no hay
democracia sin Estado de Derecho. No existe en España ni en Europa un derecho a
la secesión, pero las posiciones independentistas cada vez disimulan menos que
no tienen problema en transitar vías prohibidas por nuestro ordenamiento (a las
cuales a veces se buscan justificaciones más o menos exóticas), lo que nunca
podrá aceptar quien respete el Derecho como expresión de la voluntad popular.
Pero también se ha puesto de relieve que el inmovilismo no puede ser la
solución, sino que esta ha de venir de la mano de un diálogo al que todos
acudan con lealtad y voluntad real de buscar un modelo territorial que
introduzca cambios asumibles por una mayoría de los catalanes y del resto de
los españoles.
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