miércoles, 20 de marzo de 2013

La estación sin nombre



La estación sin nombre

         España ha logrado en un tiempo relativamente breve construir una buena red de trenes de alta velocidad, y hoy para muchas distancias el tren es una alternativa al avión, al autobús y al coche propio. En el caso de Toledo, cada vez es más frecuente que turistas y otros visitantes lleguen a la ciudad en tren, lo que no sucedía antes de la llegada de la alta velocidad a nuestra ciudad. Puede que la entrada a Toledo a través del tren no ofrezca vistas tan bonitas como el inconfundible perfil que se percibe desde la carretera, pero seguramente ello se compensa con la belleza de nuestra singular estación de estilo neomudéjar. Sin embargo, lo que hoy quiero destacar es que esta estación de tren no tiene nombre. Cualquiera que utilice este medio de transporte habrá observado que la inmensa mayor parte de las estaciones de alta velocidad tienen un nombre propio que acompaña al de la ciudad: por ejemplo, Madrid-Atocha, Zaragoza-Delicias, Barcelona-Sants, Sevilla-Santa Justa, Valencia-Joaquín Sorolla, o en nuestra misma región, Cuenca-Fernando Zóbel o Albacete-Los Llanos. Un nombre propio es algo muy importante, y en estas estaciones que tienen un importante trasiego humano, no solo ayuda a identificar la estación, sino que refuerza la imagen de la ciudad y la vincula a algún lugar o personaje histórico o cultural que se quiera destacar.

            Por ello me permito usar este “miradero” para sugerir humildemente a quien tenga competencias para proponerlo o aprobarlo, que se ponga un nombre propio a nuestra estación de tren. Para su elección puede abrirse un proceso de propuestas y debate, con participación de los ciudadanos y de los sectores interesados. Alguien podría pensar inmediatamente en “El Greco”, pero creo que no todo tiene por qué tener el mismo nombre en la ciudad. Hay otros nombres muy conocidos y que cualquier ciudadano medianamente culto vincula a Toledo, como Garcilaso o Alfonso X el Sabio, o incluso otros acaso de menor proyección exterior pero muy conocidos en la ciudad, como podrían ser Juanelo Turriano, Tavera, Lorenzana, Juan o María de Padilla, o entre los contemporáneos, Victorio Macho o Gregorio Marañón, aunque podríamos aumentar considerablemente este elenco de propuestas. Alguno de estos nombres los ha sugerido algún amigo con quien he comentado el tema, yo he añadido otros, cualquiera de ellos podría ser digno de dar nombre a la estación, aunque quizá mi preferido sea mi “vecino” Garcilaso de la Vega. El nombre, por lo demás, también podría hacer referencia a algún lugar como Palacio de Galiana. Lo importante es que alguien con más competencia y peso que yo tome y desarrolle la idea…

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