Moderación
y elecciones
No me negarán que, en período
preelectoral, los partidos tienden a moderarse. Los dos grandes partidos
estatales se cuidan mucho de disimular, suavizar, matizar o directamente
renegar de los pactos con los partidos más radicales a su izquierda y derecha; e
incluso estos siempre tratan de limar ciertas “aristas” que en otros períodos
incluso enfatizan. A lo mejor resulta que, más allá de períodos de crisis o de
distanciamiento entre electores y representantes (que casi siempre estos
últimos se ganan “a pulso”), en realidad la mayor cantidad de ciudadanos tienen
posturas más moderadas, o dicho de algún modo, las elecciones “se ganan por el
centro”, y por eso en estos períodos todos tienden a mostrar su vertiente más
moderada y políticamente correcta. Claro que esta hipótesis, formulada como
mero observador “aficionado” al tema, puede contar con dos objeciones bastante
evidentes: la primera, cómo es que, entonces, el partido más nítidamente
ubicado en el centro acaba de desaparecer en España; la segunda, por qué cuando
los partidos acceden al Gobierno suelen inmediatamente olvidar esa moderación y
apuestan más bien por medidas más radicales.
Comenzando por lo primero, hay
muchas posibilidades de interpretar el desplome de Ciudadanos, incluso
contradictorias entre sí (para algunos, la falta de pactos con el PSOE; para
otros, la falta de nitidez a la hora de definirse en uno u otro “lado” del
espectro político), pero creo que una cosa es un partido y otra el espacio, y
el análisis electoral más riguroso muestra que, casi siempre, el partido que ha
logrado gobernar es el que logró atraer más voto centrado. A veces pactos que
en campaña quitan el sueño se hacen realidad al día siguiente de las
elecciones, pero esa es cuestión diferente. En cuanto a lo segundo, creo que
hay muchos factores: las primarias cerradas han tendido a ser ganadas por los
candidatos más radicales entre los que se presentaban, pero no hay que olvidar
que los militantes de los parridos son una minoría de los ciudadanos, y
probablemente no son los más moderados. Además de esto, no hay que dejar de
considerar que la ruptura del bipartidismo ha dado enorme poder a partidos
minoritarios que, a falta de una “bisagra” por el centro (único lugar
imaginable) han sido los más extremos a izquierda y a derecha. Lo que suceda,
lo veremos, pero si se cumpliera lo que vemos en campaña, y si además PP y PSOE
lograsen algunos acuerdos básicos… tendríamos sin duda gobiernos más moderados.
(Fuente de la imagen: https://arjai.es/2016/06/06/la-moderacion-nunca-es-tendencia/ )
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