jueves, 12 de septiembre de 2013

Orgullosos de Madrid

Orgullosos de Madrid

            No soy madrileño, pero creo que nuestra capital es una gran ciudad que, junto a  los problemas y defectos que se quieran señalar, tiene grandes valores y atractivos. Y estoy convencido de que la ciudad estaba (y está) perfectamente preparada para organizar unos juegos olímpicos, y de que la candidatura que presentaba era sólida y podría haber resultado elegida. Obviamente, eso significa que quienes han representado dicha candidatura no han logrado convencer a los miembros del COI, cuyas motivaciones a la hora de votar pueden obedecer a las más variadas y caprichosas circunstancias. Pero más allá de eso, de poco se puede acusar a los representantes de la candidatura de Madrid 2020, quienes han hecho su trabajo correctamente. Habrá que pensar despacio si merece la pena que la capital de España vuelva a optar a la organización de unos juegos olímpicos, y tomar las decisiones que procedan.



            Pero parece que en ocasiones los españoles tendemos a la exageración, tanto en los elogios como en las críticas. Quizás, si con esta misma presentación Madrid hubiera resultado elegida, hoy estaríamos diciendo que todo fue perfecto. Pero como no se logró el objetivo, todo son críticas, que curiosamente se centran no en los años de trabajo, preparación y presentación de la candidatura, sino fundamentalmente en la exposición del último día en Buenos Aires (que se produjo cuando probablemente ya estaba todo decidido). Se destaca así la poca capacidad de convicción sobre el despegue económico de España, la supuesta falta de contundencia en la respuesta a las preguntas sobre el dopaje, y, sobre todo, el peculiar inglés de la alcaldesa de Madrid. Algún medio ha venido a decir que solo el Príncipe de Asturias estuvo a un excelente nivel, mientras que “los políticos” estuvieron mediocres. Aunque estoy totalmente de acuerdo con la primera parte de esa afirmación, la segunda me parece una generalización y simplificación totalmente injusta. El sentido del humor es una excelente cualidad española, y puede que el acento inglés de Ana Botella no sea muy ortodoxo y permita más de una broma, pero al menos se atrevió, y me gustaría saber cuántos de los que critican lo hablan mejor. Aunque no es ese el tema, somos muchos los españoles que tenemos que mejorar nuestra pronunciación. Sin ir más lejos, el nombre de nuestra capital es impronunciable para la mayoría. Los más escrupulosos dicen “Madridde”, pero quizá la mayoría pronuncia “Madriz”, sin que falten muchos que dicen “Madrí”, y otros, “Madrit”. Casi nadie es capaz de decir perfectamente “Madrid”, pero somos muchos los que estamos orgullosos de nuestra capital y del esfuerzo olímpico que la misma ha venido haciendo, y que en algún momento tendrá sin duda su recompensa.     

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